Carrer del Poeta Antonino Chocomeli, 6
Valencia
Tel. 611 649 357
www.alejandroplaterorestaurante.com
Vuelta al ruedo por la puerta grande
He de confesar que siempre me ha gustado la cocina de Alejandro Platero, sobre todo la que yo considero más auténtica, la que conocí en Macel·lum y es por eso que tras su periplo en otro tipo de cocinas, más divertidas aunque no tan “de verdad” como yo lo llamo, me alegré muy mucho cuando supe de su vuelta a un restaurante de los de siempre, de los que se merece tanto él como la ciudad de Valencia.
Y no estoy diciendo que Platero Utopic no fuera cocina ni mucho menos. De hecho, siempre he considerado su Utopic Dry Age con media ración de nachos como una de las mejores combis de la ciudad en cuanto a ese tipo de comida se refiere, pero como que verlo allí me producía alegría y tristeza a partes iguales, así que verle de nuevo cocinando fondos, guisos, arroces… hace que me salga una pequeña sonrisa cada vez que lo visito en su actual y diminuto local, en un barrio harto conocido para él.
Alejandro en cocina y su pareja Nuria en la sala. No hay más. Quizás por ello la forma más cómoda para trabajar sea la que están haciendo actualmente, a base de un menú cerrado en el que lo único que hay que hacer es elegir un arroz u otro. Esto está bien, pero a decir verdad echo de menos tener algo más de opciones, algo de pescado o carne, y como no, algún guiso y es que aunque de momento los va metiendo de vez en cuando en alguno de los entrantes… los guisos de Platero a mí personalmente me encantan y deberían tener más protagonismo y más ahora que llega el fresquibiris. También hay que tener cuidado con los suplementos, el pan, cafés… para que el precio del menú no se dispare en demasía.
Mientras ojeas la carta de vinos, la cual habría que ir pensando en no sólo ampliar sino en mejorar el soporte, disfruto de una clásica brandada o de un erizo de mar en el que cabe destacar ese aceite “generoso” con toque de amontillado que le da un rollo especial. A la berenjena le falta llama; el punto es perfecto pero se echa en falta ese sabor más ahumado que quedaría de lujo con esa yema de huevo y los encurtidos valencianos. Todo esto lo escribí tras probarla por primera vez. Esta segunda vez pocos peros se les puede poner más allá de ¿haberla repetido?.
Llegan unos excelentes bouchot, esos minúsculos y maravillosos mejillones tan demandados en la zona de la Costa Brava y tan poco presentes en nuestra zona de Levante más allá de Open y tras ello, los guisos. Por un lado se agradece que lleguen en plan entrante y por tanto en formato pequeño para disfrutarlo aún más si cabe, pero es que Alejandro los hace tan jodidamente bien que echas de menos la posibilidad de tomarlos como principal. Una pena preguntar por ese último all i pebre finalista en Catarroja, y quedarme con las ganas.
Lo mismo da el guisote de fabes con almejas que los garbanzos con sepionet, es en el fondo donde esta la clave, y es que sumado a un punto de cocción perfecto hacen de ese cuchareo la clave de su cocina. Y respecto a los arroces, estando muy buenos en cuanto al arroz en sí creo que al menos el de carabinero debería ser perfecto ya que para el suplemento que conlleva se quedó bastante seco tanto el cuerpo como la cabeza del crustáceo y eso es un crimen.
Los postres no son nada del otro mundo, y de largo los platos más flojos de cocina. Están porque tienen que estar pero viniendo de quien vienen no puedes conformarte con un flan o una tarta de queso. Sea como fuere, lo nuevo de Alejandro junto a su pareja Nuria es tan necesario para la zona como una alegría para un servidor, así que sólo espero que esta vez sea la definitiva, y que toda Valencia se de cuenta de lo gran cocinero que es Platero.
Considero que aun es pronto para dar una valoración definitiva, tanto por el breve tiempo del restaurante, como por su nuevo concepto y porque quiero ver más cosas de las que el cocinero es capaz, que como ya las conozco, ahora necesito verlas. Yo seguiré sonriendo cada vez que sepa que voy a su casa a disfrutar del pedazo cocinero que tenemos aquí, aunque muchos sigan conociéndolo como “el que salió en Top Chef”.
Lo mejor: Volver a disfrutar de la cocina de Platero
Lo mejorable: Los postres no sorprenden
Lo peor: Ceñirte a un menú tan hermético
Alejandro Platero Restaurante
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