Plaza Río Duero, 6
Valencia
Tel. 963 705 514
www.elaprendiztapas.com
El alumno se ha graduado
Como me gusta Benimaclet y los locales de gente joven que intenta ofrecer algo más allá de una terraza con cubos de birra barata o kebabs de dudosa calidad y lo mejor de todo, sin subirse a la parra.
En mi última reseña sobre El Aprendiz hablaba del hecho de dar un golpe sobre la mesa, de creérselo un poco más y de crecer… y el alumno se ha venido tan arriba que no sólo se han cambiado de local sino que lo que antes era un “bar” ahora es un restaurante. Y esto, aunque haya hecho perder un poco la esencia de lo que siempre fue, sí es cierto que ahora es un sitio más cómodo y amplio no sólo para el equipo sino para el cliente.
Pese al gran cambio, la carta sigue siendo prácticamente igual a lo ya conocido y quizás con el paso del tiempo y la amplitud de cocina (ya no hay excusa) habría que exigirles alguna que otra novedad o más sugerencias fuera de carta. Siguen estando algunos de sus MUST como el Dim Sum de lomo (mi plato fetiche), la ensaladilla rusa, una bravas mucho mejores y sus archiconocidas costillas thai o el huevo poche que pese a todo sigue sin decirme mucho. En general, tanto los entrantes fríos como los entrantes calientes aprueban con nota y bien merece darle una oportunidad a todos ellos.
Siguen estando los ceviches, los tartares y los tatakis y aunque alguno peca de demasiado acidez he de confesar que el ceviche caliente es sorprendente y el resultado, notable. Las kefthas de cordero han sido sustituidas por un jarrete, que aunque a priori puede parecer más espectacular, una vez probado me hace echar de menos aun mas si cabe las antiguas albóndigas, menos atractivas visualmente pero mucho más jugosas y sabrosas.
Por contra, tanto a las alcachofas como al nuevo canelón chifa no se le puede poner ningún “pero” pese al saté del que personalmente no soy muy aficionado. En definitiva, bocados y platos que hablan de las cocinas del mundo ideales para compartir y como siempre, a buen precio.
El nuevo Aprendiz ha dejado de ser un bar y ha perdido algo de su esencia más informal e incluso he notado un servicio no tan cercano y algo despistado conforme se va llenando el local, pero aún así, son tantas las visitas desde hace ya tantos años, los eventos celebrados, las noches tontas de Beni… y ¿por qué no decirlo? La cantidad de cenas de domingo, porque sí, siguen abriendo los domingos noche y eso es un plus brutal.
Y es que te guste más o menos el nuevo local, a mi no me convencen lo de las sillas individuales de cara a la cristalera; pero me mola que hayan decidido seguir en el barrio y con un equipo muy joven al que más de una vez se le echa en falta cierta profesionalidad, pero que siempre intenta poner buena cara. El aprendiz se ha hecho mayor y por eso mismo seguiremos visitándolo, pero exigiéndoles cada vez un poquito más.
Lo mejor: Más amplio, más cómodo, mismo dimsum
Lo mejorable: El servicio es bastante irregular
Lo peor: En parte, se ha perdido algo de esencia
El Aprendiz
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