Calle Vita, 49
Buesa, Huesca
Tel. 974 486 023
www.restaurante.balcondelpirineo.com
Segundas partes siempre fueron…
Recuerdo mi última visita como una de las mayores decepciones del año, un recuerdo amargo del que siempre había considerado uno de los mejores restaurantes del Pirineo Aragonés. Bienvenidos al Balcón del Pirineo.
Antes de comenzar, os dejo aquí el enlace de mi anterior y última visita para quien necesite ponerse en situación. Y ahora sí que sí, al lío.
Jorge Rabal es el parrillero y propietario de uno de los restaurantes más famosos del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Un asador con una de las mejores ubicaciones y vistas de la zona y que siempre ha destacado por ofrecer una carne de muchísima calidad, entre ellas, buey de verdad.
A Jorge no tuve la suerte de conocerlo la última vez pese a mi insistencia, pero hace unos meses se interesó por comentar telefónicamente lo ocurrido el verano pasado. Sí, un poco tarde pero oye, mejor tarde que nunca. Y en esa llamada conocí a un tipo humilde, trabajador, y que se desvive por su negocio. No me preguntéis porqué pero pasa, sensaciones que te transmite la gente aunque sea a través de un móvil, así que tras aquella charla, le prometí una nueva visita. Y ha sido tal y como siempre fue y debe ser el Balcón, BRUTAL.
Ya la llegada fue mucho más controlada y se notaba menor afluencia de gente, quizás por tener mejor control sobre las reservas, o hacerlas más escalonadas. Siguen manteniendo la carta en QR por el simple hecho de mantenerla actualizada a diario con lo que hay y lo que no hay. Es de las pocas cosas positivas que hemos sacado de estos códigos digitales frente a las cartas físicas.
El servicio de sala sigue a cargo de Juan Carlos, muy profesional y pendiente en todo momento de todas las mesas. De apoyo le han puesto a Oscar, un tío al que desde el primer momento se le nota que no es su primer día, que lleva muchos años en esto y se agradece. En eso que de repente veo aparecer un gato por la terraza, pero no un gato de cuatro patas y pelo, sino ¡un robot! Sí sí, un robot-camata como los que encuentras en algunos Spicy Soul Hoy Pot u otro tipo de restaurantes chinos modernos. No pega ni con cola, y menos en un sitio así pero me cuentan que les saca mucha faena en la conexión cocina-terraza.
Empezamos con los ya famosos choricillos y cómo no, con los pimientos de Lodosa confitados y terminados en el horno de leña. Llega una picaña madurada de 90 días simplemente espectacular. Corte tierno, intenso y con una infiltración de grasa ideal. Un plato que debe quedarse en carta de manera obligatoria y valorar la opción carpaccio como entrante.
Y ahora el momento de la verdad, a lo que realmente se viene aquí. A disfrutar de la carne, en este caso, buey auténtico. Los que me conocen saben que soy más de sabores fuertes por lo que me decanto por el corte de 200 días, mucho más entreverado y con una grasa más amarillenta. Buena señal que una vez servido no defrauda en absoluto. Además, detalles como el cuenco de grasa externa para pincelar ya no sólo la pieza de carne, sino las piedras calientes, es todo un acierto. Todo acompañado de una ensalada fresca y un plato de patatas caseras.
No quiero pensar que lo vivido esta vez pueda ser algo de un día o debido a mi visita, pues mis recuerdos anteriores siempre habían sido más parecidos a esto. Además, el trato visto en el resto de mesas fue igual de atento y profesional. El Balcón del Pirineo es uno de los mejores asadores de España y por ello no deberían salirse nunca de esta línea, saber hasta dónde pueden llegar y porqué no, apostar siempre por un producto y por un cliente de calidad. Lo único negativo de esta visita, es que el listón está ahora tan alto, que ya no debería bajar jamás. Gracias Jorge.
…segundas partes siempre fueron las mejores.
Lo mejor: Esto si que es el Balcón de verdad
Lo mejorable: La carta de vinos
Lo peor: —
Balcón del Pirineo
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