Barbaric (Valencia)

Calle de Santander, 8
Valencia
Tel. 607 554 921
www.barbaric.es

BAR para hacer BARrio

No hay cosa que más me guste que la apertura de sitios interesantes en las zonas menos transitadas de la ciudad, con gente joven apostando por la recuperación del concepto “bar” de toda la vida pero dando una vuelta de tuerca a cartas cada vez más parecidas.

La entrada al local no puede ser más auténtica (antiguo Bar José), con barra a un lado y mesas bajas al otro y sólo al fondo del mismo, cuando prestes algo de atención verás detalles que te hablarán de un concepto BAR en versión 2.0. Los lomos de Simone Ortega han pasado a ser lomos de Noma y el Arte de la Fermentación, y los típicos tarros de plástico con cocktail de aceituna, ahora son diferentes tipos de encurtidos, kombuchas y condimentos varios. El concepto es el mismo, pero la puesta en escena es diferente, me gusta.

Y eso se ve directamente en la carta, con cosas tan “simples” como unos huevos encurtidos, unas aceitunas ahumadas o una ostra en la que los fermentos vuelven a hacer acto de presencia. Puede resultar atrevido, pero lo es aún más, una carta tan sumamente corta que pide rotación y sugerencias fuera de carta prácticamente a diario. ¿Será posible? Esperemos que sí.

Las piparras son demasiado bastas tanto en tamaño como en textura. Son demasiado grandes y la piel no es tan fina como la auténtica guindilla vasca, mucho más fina y delicada. Aquí las acompañan con un toque de laoganma y cacahuetes para darle un toque más oriental que se repetirá en otros pases, donde hasta la vajilla te recordará a algún que otro chino. Disfruto mucho del platito de callos (para todos los públicos), de la flor de calabacín y sobre todo de ese pollo con ligero toque a parrilla.

Esa parrilla puede acabar dando mucho juego, pero es una pena que el ahumado del jurel fuera tan excesivo que incluso carraspeara la garganta al probarlo. De hecho, minutos antes de que ese pescado saliera a mesa, hubo una humareda considerable en el local (la única de la noche) y no, no había un nuevo Papa sino un jurel totalmente pasado de vueltas. Sobra decir que no se cobró, y que fue el propio Álex quien salió a mesa a comentar la jugada.

A Barbaric le falta rodaje, sobre todo en sala, y se acentúa conforme se llena el local y el ruido hace acto de presencia. Muchos podrán criticar cierto exceso de toppings orientales en contraposición del producto en sí, pero creo que todo en conjunto y en mejor medida puede ser resultado de algo grande. Lo que sí que no entiendo es lo del vino natural. Que sí, que es el nuevo boom y tal y que cual, pero para mí un “bar de vinos” como aquí se hacen apellidar, es algo más parecido a Le Bar de Vins o Vinorte, que a Mevino, por interesante que pueda ser la cocina.

Lo mejor: Esencia de bar con cierta originalidad
Lo mejorable: Cartas tan cortas piden platos perfectos
Lo peor: 100% vino natural…

Barbaric
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