Entreblat (Valencia)

Carrer del Comte d’Altea, 53
Valencia
Tel. 681 903 352
www.entreblat.com

El secreto está en la masa

En la calle con más restaurantes por metro cuadrado de Valencia, han abierto una bocatería. Lo que a priori podría ser algo normal, llama la atención en pleno Conde Altea, en el antiguo local de La Botheca.

Entreblat es el nuevo invento de Luca Bernasconi. Posiblemente su nombre no os suene de nada pero si os hablo del extinto Mesclat, una de las primeras hamburgueserías de calidad que hubo en la ciudad, o del Rodamón de Ruzafa… y como no de la Santa Compaña, la cosa cambia. Pues este tipo estaba detrás de todo esto.

Y ahora monta una bocatería, pero de calidad o como ellos lo definen, “bocadillos de lujo para gente exigente” y ante semejante afirmación, sólo puedo arrodillarme ante ese pan. Está buenísimo, es ligero y aguanta super bien los rellenos. No todos ellos están bien conseguidos o si lo están, esperas algo más de ellos, una vuelta de tuerca, un toque de ¡Ou Mamma!

No faltan clasicazos como el chivito, el pepito o el Madrileño (no hablo de C. Tangana). Y otros más llamativos como el nduja, el de roast-beef o la porchetta. No todos están a altura y lo mismo pasa con algunos entrantes. Pasan de una notable caponata siciliana y una fantástica croqueta, a una muy normalita burrata, minialbóndigas de falafel o unos incomibles calamares… ese rebozado gomoso debería estar prohibido. Otro detalle a mejorar sería el acompañamiento a los platos. Esa especie de papadam está bien, pero acompañar todos los platos, incluido los bocadillos con lo mismo, meeeeec error. Ahora incluso con totopos.

Al local le falta alma, aun es pronto, pero la decoración a lo largo del mismo y las paredes tan vacías no ayuda a que sea un sitio acogedor. Urge vestir ese comedor, pues si la entrada no está mal, la zona del fondo es como estar en la “friendzone”. Suerte del servicio, tan agradable y simpático que te hace olvidar un poco lo que te rodea.

Visto lo visto, es de agradecer un nuevo concepto en la zona, donde la cena pueda convertirse en un “almorçaret” de calidad, tomándote un buen vino junto a unos bocatas, piadinas y/o burgers. Why not? Mención especial al diseñador/a de las tarjetas de visita. Eres grande, y lo sabes. Si alguien lo conoce, pues fueron incapaces de hacérmelo saber allí, que lo nombre ahora o calle para siempre.

Lo mejor: Ese pan es la clave
Lo mejorable: Algunos rellenos no sorprenden
Lo peor: El local y ciertos entrantes

Entreblat, bocadillos de lujo para gente exigente
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