Félix Chaqués Restaurant (Valencia)

Calle de Roteros, 16
Valencia
Tel. 611 677 757
www.felixchaques.com

#Una isla en la que izar bandera

Desde que comenzó su diario personal, el “linchamiento” recibido sobre sus semejanzas con su antiguo sensei parece que continúan en boca de muchos incluso meses después de la apertura de su propio restaurante… pese a todo, ahí sigue intentando marcar su propio camino.

“Está bien, pero me recuerda mucho a Toshi”
“Me gustó, pero imita elaboraciones de Toshi”
“Usa ingredientes y técnicas muy de Toshi”

Y es que tendría cojones que tras tres años junto a Toshi y en un restaurante de ese tipo no te quedes con ingredientes, técnicas e ideas que puedan llegar a evocar al trabajo que realiza el gran Toshi Kai.

Es mi segunda visita al restaurante de Félix (la primera fue demasiado pronto), pero ahora creo que ya tengo una idea mucho más completa de lo que aquí nos encontramos. Me gusta mucho entrar y ver la isla que se ha montado Félix a vista de los apenas doce comensales, donde no sólo emplata junto a Sini y Manu, sino que prepara su propia mise en place, cocina, saluda a cada uno de los clientes que entran y lo más importante, mantiene una sonrisa constante que va a ser imprescindible en esa ubicación de la sala.

En muchos aspectos me recuerda mucho a Simposio aunque al igual que me pasa con el restaurante de Roger Julián echo en falta un aperitivo a modo de bienvenida, un entretenimiento que te acompañe durante la primera copa, mientras ojeas los vinos o simplemente mientras llega el primer pase del menú. No te pido unos snacks de cualquier menú gastronómico, pero sí unos encurtidos caseros como en Fierro, unas simples papas algo diferentes como pasa en Miquel Ruiz o unas aceitunas va, como en cualquier bar del barrio. Ya ves, nada del otro mundo.

Por el momento, y parece que vaya a ser la tónica, Félix ha decidido tomar dos decisiones que en mi opinión son algo arriesgadas. La primera, es prescindir totalmente de las carnes, no sé si por moralidad o por complejidad técnica, y la segunda es la de que todos los comensales deben entrar a una única hora. Sea como fuere, si hay un único horario, debería cumplirse a rajatabla. Nada de medias tintas.

Félix Chaqués Restaurant

La cocina se defiende de manera notable en los platos más frescos, en esos en los que la mezcla de frutas o verduras de temporada crean unos sabores muy interesantes. La ensalada de melocotón, tomate(s), gamba blanca y esa especie de ajo blanco es un ejemplo de ello. Lo mismo ocurre con el plato de berenjena a la llama, higos, rábano picante y de repente, la sardina marinada. Otro golpe ganador sin mucho riesgo, pero muy buen resuelto.

El plato #33 a base de alcachofa brasa me parece un gran pase, ya no sólo por la alcachofa a la que todo le sienta bien, mejor aún, si pasa por el kamado y le da ese toque ahumado, pero nada invasivo, sino por ese saboyón tan ligero y “salado” por la anchoa, que puede llegar a recordar vagamente a una bagna cauda, pero súper equilibrada con el toque cítrico. Lo dicho, un platazo. Pero tras un platazo, llega un encefalograma totalmente plano a base de coliflor. Hay elaboración detrás, claro, pero no hay sabor, todo queda en la misma frecuencia, no hay altos ni bajos, ni agudos ni graves… Puedes llegar a encontrar algo en la coliflor sopleteada, pero poco más. ¿Y la hueva de mújol? No es lo mismo ser que estar.

Hablamos un rato sobre potencia y elegancia, creo que no deberían estar reñidos. Al igual que el meter a veces demasiadas cosas en un mismo plato, ya sea una salsa que lo cubre todo o unas pobres habitas que pasan totalmente desapercibidas. La anguila es un producto casi siempre presente en la cocina de Félix, aunque no siempre sale bien parada, ya sea por sabor, textura o simplemente, emplatado. Me gustó su aparición junto aquel espárrago blanco con rossinyol, y jugo de alitas de pollo, pero sin embargo se me queda en tierra de nadie en ese tartar de remolacha y col negra.

Aunque en ambas visitas ha habido platos que necesitan una segunda revisión, he de decir que los arroces han salido siempre airosos, tanto el de remolacha y sardina, como el de sobrasada, calabaza y mejillón. Sabrosos y como puede verse en las fotos, de los mejores emplatados. Pero cuidado con los tempos, pues mantecar un grano en directo y desde cero puede demorar más de lo previsto un plato de otro.

La bodega, bastante sencilla se presenta con vinos fáciles de beber y con precios bastante contenidos. No hay muchos descubrimientos, pero se agradece la posibilidad de ofrecerte varias opciones por copa según tus gustos. Sini está al cargo de la misma, así que no sólo le invito a traer cosas diferentes dentro de este mismo rango de precios sino a mostrarse mucho más “suelto” en la sala. En un restaurante tan pequeño, la profesionalidad es importante pero creo que lo es aun más el desparpajo, acercarse al cliente y crear una conexión desde el minuto uno.

Con #28 años, Félix no sabía ni freír un huevo, pero con constancia y disciplina ha conseguido cumplir un sueño, tener su propio restaurante. Eso para mí es de admirar. Quizás de momento no encontremos grandes técnicas y algún plato necesite una vuelta de tuerca, pero con el tiempo yo creo que estas lagunas se irán depurando. Conociéndolo y sabiendo quienes son sus referentes, no tengo ninguna duda.

Querido diario… A Félix le tiene que ir bien por tres motivos muy simples:

#1 Porque le aprecio
#2 Porque se lo merece
#3 Por atreverse

Lo mejor: Cumplir un sueño y poder disfrutarlo
Lo mejorable: Ciertos pases necesitan otra revisión
Lo peor: Las constantes comparaciones

Félix Chaqués Restaurant
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