Carrer dels Tomasos, 18
Valencia
Tel. 963 339 957
www.hikariyakitoribar.es
Hay «luz» en un oscuro callejón de Shinjuku
Con motivo del Valencia Culinary Festival y del pasado 4 manos junto a Nozomi, hoy nos hacemos eco del hermano pequeño, el más informal pero igual de auténtico, y también en Ruzafa.
Hikari no es tan espectacular como Nozomi, pero es exactamente igual de bonito que el sushibar y es que el trabajo de Masquespacio para hacerte viajar y transportarte a ese concepto nipón que aquí quieren transmitir sigue siendo envidiable. En Hikari viajamos a esos bares callejeros típicos de Tokio especializados en Yakitoris, y aunque es cierto que se echa en falta ese ajetreo, o ese ruido que podemos encontrar en el distrito de Shinjuku, es el olor a brasa, y esa delicadeza de los cocineros al frente de las robata lo que te embelesa frente al cristal. Sinceramente, el trabajo que llevan haciendo tanto José Miguel como Nuria por acercarnos su pasión por el país del sol naciente a Valencia es para ponerles una calle.
Los protagonistas absolutos de la carta son las brochetas y aunque parece que haya muchas donde elegir, ya te digo yo que puedes ir pidiendo sin miedo, pues la cosa pasa fácil y bien. Tan bien, que si vas un par de veces echarás de menos una carta más amplia o al menos sugerencias fuera de ella. Y es que quizás, querer ser tan auténtico no te permita dispersarte mucho de lo que en este tipo de bares se cuece, porque recuerda que en muchas izakayas de Tokio no sólo son especialistas en yakitoris sino en ¡un único tipo de yakitori!
La carta empieza con unos platillos de especialidades japonesas en las que sí o sí te recomendaría probar las takoyaki, porque aquí sí que llevan pulpo y además saben a pulpo. Las alitas de pollo son otro MUST y no precisamente por las alitas que también sino por los cogollos a la brasa que hay en la base y esa salsa que te deja loco. Parece simple pero lo intentas en casa y no sale igual. Las costillas también están buenas pero están tan jodidamente tiernas que el nivel baja temperatura / cocción es demasié para alguien al que le gusta morder la carne como a mí.
Brochetas de pollo. Pídete varias y disfruta. Tienes desde las típicos de carne hasta algunas de casquería o incluso de piel y aunque algunos no sorprenden, para opinar hay que probar y lo sepas o no, este es el yakitori por antonomasia. También hay opciones veggies y como no los yakitoris especiales en los que te recomiendo pedir todos. Para mí, el de anguila, aunque no te guste la anguila, es de lo mejorcito que hay, al igual que el de secreto, tan básico pero tan potente gracias al ponzu. Tanto el de vieira como el de wagyu están buenos pero para el ingrediente que estamos tocando parece como que necesite algo más, algo que justifique el precio y sobre todo que conviertan el bocado en exquisito.
De ahí que si quieres wagyu, te pidas el bueno, el entreverado que te sirven directamente en la mesa para que lo cocines en el mini robatayaki. Está claro que es el plato más caro de la carta pero ese lo veo más justificado y está infinitamente mejor. Pero ojo no te pases y me hagas un Sarah Hostetler…
Hikari cumple con su objetivo más que de sobra, que quizás en otro sitio no te haría viajar tanto también es verdad, pero es que la decoración desde la misma calle, las parrillas vista y el trabajo siempre que hay detrás por parte de Jose Miguel y Nuria (y Arantxa) hacen que la experiencia sea siempre lo más auténtica posible y eso es algo que a día de hoy pocos locales en Valencia pueden conseguir.
Por cierto, ¿sabéis lo que es un solete Repsol? Según la propia guía, se trata de “esos rincones majos con un no se qué que te hace volver, ya sea una hamburguesería, heladería, tasca, un bar, pizzería, vinotecas, etc.” Bueno, pues en esa misma lista de “afortunados” hay sitios como Hikari o Gallina Negra, pero también otros como Begin, La Sangu o La Más Bonita. Yo creo que hay sitios como Hundred, Aprendiz… que en mi opinión tiene mucho de solete y que precisamente cumplen con ese otro y tan necesario “no se qué”, pero sin embargo hay ejemplos en los que este galardón devalúa lo que se cuece en el interior.
Lo mejor: Concepto fiel y auténtico a más no poder
Lo mejorable: La carta se me queda corta
Lo peor: Los tempos a veces son excesivos
Hikari Yakitori Bar
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