La Llorona (Valencia)

Calle del Pintor Salvador Abril, 35
Valencia
Tel. 963 287 397
www.taquerialallorona.com

¡Ay, mis tacos! Gritaba por las noches la llorona

Tortilla, guiso y salsa. Tortilla, guiso y salsa. Tortilla, guiso y salsa. Las tres patas de un buen taco, y para tacos nada mejor que una taquería.

Lleva ya muchos años con nosotros y casi siempre con el cartel de completo, sobre todo los fines de semana. Fue tal su éxito que tuvieron que cambiar de ubicación en cuanto cerró su hermano mayor Casa Amores, a un local más grande y con mayor cocina. José Gloria lo petó con la Taquería pero pinchó con su concepto más “restaurante” y fue una pena, porque a mí me molaba bastante ya que no era el típico mejicano. Ahora, a pocos metros tenemos Acapulco Bar, (Casa Amores 2.0) junto a Daniel Espino, ex sumi y jefe de sala de Saiti.

El éxito de La Llorona no debe sorprendernos y es que esa idea más street food de comer tacos por doquier y a un precio bastante económico atrae a cualquiera, y es por eso mismo por lo que tampoco podemos esperar grandes cosas ni sabores que nos cambien la vida. Varios entrantes para compartir y una veintena de tacos donde elegir. Esa es la carta.

Las tortillas no tienen ese olor y sabor 100% auténtico que desprenden las de El “Mezquite”, pero dependiendo del relleno que elijas salen mejor paradas unas que otras. Los clásicos de siempre como el pastor, la cochinita o la tinga son un must que debemos pedir para ir entrando en faena.

Otros tacos menos tradicionales como el bimi o el barbacoa sorprenden gratamente y pasan a ser los más top sin duda, y quizás sean los tacos en los que el pescado o el marisco son los protagonistas con los que te quedas un poco desencantado. A priori pintan mejor de lo que realmente son, así que una pena, pues te quedas con ganas de que algo marino o no tan tipico pueda tener cabida.

Como entrantes, las croquetas de huitlacoche no están nada mal y sorprende gratamente el patacón, a base de plátano macho frito. Lástima no poder decir lo mismo del mazacote ese de queso fundido o de los postres que no dicen absolutamente nada.

La Llorona perdió un poco la esencia de su anterior local, mucho más pequeño, con su barra, aquella ventanuca en cocina por la que asomaba la barba de José dando los últimos retoques a los platos, pero sigue siendo un buen sitio en el que quitarte el mono de tacos, siempre tan prostituidos en casi cualquier restaurante y rara vez a la altura de lo esperado. Sólo por eso, gracias a José por poner en valor semejante símbolo mejicano.

Lo mejor: El concepto y los precios
Lo mejorable: Los tacos deberían ser todos notables
Lo peor: Los postres y los malditos turnos

Taquería La Llorona
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