Carrer d’Emili Gascó Contell, 16
Valencia, España
Tel. 652 232 227
www.milgrullasvalencia.com
Asia en pequeños bocados
En un barrio inundado de kebabs, chinos de dudosa calidad y bares que apuestan por ver quien pone la “servesa” más grande, más fría y más barata del barrio, así como locales que apestan a cachimba desde fuera, hay hueco para lugares donde cenar se convierte en algo distinto y de calidad notable.
Hablamos de Mil Grullas, un local casi escondido en una de las calles más horrorosas de Valencia pero que ha sabido diferenciarse y ser reclamo, no sólo para la gente del barrio, sino de los alrededores. Y gran culpa de ello lo tiene Vanessa Lledó, quien tras una envidiable trayectoria gastronómica decidió emprender un nuevo camino en solitario. Y en breves, y justo al lado, también lo hará con La Sangu. Chapeau!
Mil Grullas está a mitad de camino entre un restaurante y una izakaya, y quizás ese sea su gran handicap. Como restaurante, echo en falta un servicio y una carta más profesional. Como izakaya, una decoración mucho más transgresora, más bestia en el buen sentido de la palabra. De nada sirve ver a Vanessa dirigir las comandas como una auténtica profesional si el servicio de sala no está a la altura.
Respecto al aspecto culinario, la idea es fantástica, tapas orientales a muy buen precio, desde gyozas hasta baos (vapor y luego fritos), pasando por ensaladas frías como por platos calientes algo más contundentes. Los sabores están bastante bien conseguidos en general aunque en mi opinión las salsas deberían ser algo más potentes y/o platos como los hot dog o algunos baos no aportan mucho. Si embargo, las gyozas, el karaage (pollo frito) o los muslitos mil grullas están muy buenos.
Se agradecerían sugerencias fuera de carta, al igual que una carta sin tachones y un servicio más eficiente pero aún así, siempre es agradable venir aquí a tapear.
En cuanto al bebercio, la selección de cervezas japonesas es bastante variada aunque como pasa con la mayoría de cervezas orientales, es como beber agua. Además, los vasos para las mismas no son adecuados. Los vinos, pocos y muy flojos.
Cuenta una leyenda japonesa que cualquiera que fabrique mil grullas de papel recibirá un deseo por parte de una grulla, tal como una vida eterna… así pues, larga vida a Mil Grullas.
Lo mejor: El barrio merece sitios así
Lo mejorable: Ciertos detalles ya citados
Lo peor: La separación de mesas es mínima
Mil Grullas Valencia
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