Mirazur Restaurant

Avenue Aristide Briand, 30
Menton, Francia
Tel. +33 492 418 686
www.mirazur.fr

Entre Francia e Italia, el mar y la montaña

Pasando el último pueblo de la Ribera Francesa, justo al final de la famosa Costa Azul, nos topamos con un edificio, ya colindante con la comisaría aduanera de Italia. Justo allí, donde se separan los dos países, está él, Mauro Colagreco, el único cocinero NO francés que ha conseguido llevar su restaurante a lo más alto de la gastronomía francesa. Hablamos de Mirazur, el restaurante con 3 estrellas Michelín, que ha sido nombrado mejor restaurante del Mundo en el 2019.

Hablando con un amigo llegamos a la conclusión que los “número 1” no existen, ni en la gastronomía, ni en ningún otro ámbito, que las valoraciones son simplemente maneras de filtrar y que el politiqueo y los intereses de las marcas están a la orden del día, y esta sensación se acentúa cuando sales de España.

Mirazur es un restaurante que apuesta por el Mediterráneo, y donde la huerta y el mar juegan un papel fundamental para el cocinero, quien consigue unos sabores notables con unas presentaciones sobresalientes. Creo que los emplatados de Mauro y los del propio Eneko Atxa han sido los mejores del año, pero claro, aquí se viene a comer, y aunque lo primero, es que entre por los ojos, el gusto es el que manda.

Y en este apartado, pues sin ser un menú para guardar en la memoria, la experiencia general ha sido mucho mejor que su predecesor como Number 1 en la lista “50 Best», la Osteria Francescana, el cual me dejó un sabor de boca agridulce.

El menú total tiene un precio de 260€ (sin bebida) y se compone de 9 platos principales, unos snacks y 2 postres. Predomina la huerta y el mar, y se agradece, destacando por encima de todo la remolacha en costra de sal con caviar y el plato de rabil (atún de aleta amarilla).

Hubo ciertos detalles que no me gustaron, especialmente el no saber si el propio Mauro estaba ese día en el restaurante. Unos camareros me dijeron que sí y otros que no estaba… el jefe de sala se llevó mi libro para que lo firmara el chef y vuelve con un libro que no es el mío, sino uno de los tantos que venden ya firmados… esos detalles no me gustan nada. ¿Quién te ha dicho a ti si mi propio libro es más especial que el que tú me traes, por muy firmado que esté?

El hecho de que los cocineros (con cierta fama) no estén todos los días en su puesto de trabajo es algo que está siendo cada vez más habitual y que me llega a enfadar. Cuando yo pago semejante cantidad de dinero en un restaurante así, en cierto modo es por ellos, por conocerlos y felicitarles o no por la experiencia. Si para reservar tengo que pagar 100€ que perdería en caso de no cancelar a tiempo, ¿por qué no me los devuelven en caso de que sea el cocinero quien no vaya ese día a trabajar?

En fin, es el principal problema que encuentro hoy día en muchos sitios y desde luego, no lo comparto. Aún así, la experiencia fue bastante positiva, sabiendo que en España se come infinitamente mejor, que la famosa guía roja mide con diferente rasero lo nuestro con lo de fuera, y que hay ciertos restaurantes que están muy sobrevalorados.

Eso sí, ver atardecer en la Costa Azul, desde la cristalera del mejor restaurante del Mundo, mientras te tomas un copa, es una experiencia maravillosa.

Lo mejor: Vivir la experiencia (viaje, llegar…)
Lo mejorable: La vara de medir
Lo peor: El “simpa” del Chef y del Jefe de Sala

Restaurant Mirazur
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