MUNDUA TABERNA
Carrer de Joaquín Costa, 61
Valencia, España
Tel. 961 949 193
www.munduataberna.com
GALLINA NEGRA
Carrer de Roteros, 16
Valencia, España
Tel. 960 033 780
Un «cuatromanos» normalito
Mundua Taberna (Javier Linares) y Gallina Negra (Javier Renovales y Oscar Merino) son dos restaurantes que me encantan. En poco tiempo se han convertido en referencia gastronómica para los que buscan producto sencillo, con combinaciones atrevidas y mucho sabor. Además, a muy buen precio.
Mundua es una cocina de mundo pero con mucha influencia latina y su cocinero, una de las promesas de Valencia. Mientras, Gallina Negra es un restaurante cuyo equipo, al completo, ha trabajado junto a Ricard Camarena. No se puede pedir más.
Este pasado miércoles decidieron juntarse ambos equipos para crear un único menú, y aunque la idea pintaba bien, me quedé con un sabor de boca agridulce. Y la sensación fue en aumento conforme avanzaba. Al igual que con el maridaje.
Respecto al menú en sí, empezó bien, con unos snacks de sabores conocidos y bien elaborados destacando la tartaleta de escalivada y salazón de bonito. El ceviche de calabaza nixtamalizada (concepto que aprendí en mi primera visita a Mugaritz) era correcto, sin más. Las cervezas que maridaban estos primeros pases, dos lager muy flojas no aportaban nada.
A continuación llegaron los dos platos más redondos de la noche y culpa de ello es porque fueron los únicos en los que encontré lo que realmente iba a buscar. Los sabores de ambas cocinas. Hablo de la causa navajera y la infladita de bacalao pibil. El primero, por la sencillez y su sabor tan intenso, y el segundo porque esa infladita tipo papadam que me recordaba al comino se convirtió en un bocado muy ligero pero muy completo.
A partir de ahí, los pases que podrían considerarse principales, me resultaron sin gracia, incluso demasiado insulsos, quizás el nugget de manita de cerdo y anguila, o la raya podrían tener algo de chispa por esa combinación “mar i muntanya”, o estilo “fish & chips” pero nada del otro mundo. Y el mole de vaca… hasta el emplatado me dejó frío.
Respecto al servicio, no era una noche complicada pese a estar el restaurante lleno, pero aún así, siempre se agradece la profesionalidad de Sara y Amparo, y la sonrisa de Thais.
En definitiva, una cena que espero repitan, pero sin inventos, mostrando cada uno sus mejores elaboraciones y con los sabores que esperamos encontrar. Ambos sitios me gustan demasiado como para quedarme con este sabor de boca tan agridulce.
Lo mejor: La iniciativa de ambos locales
Lo mejorable: Tanto el menú como el maridaje
Lo peor: Los camareros pululando por el restaurante
Mundua Taberna & Gallina Negra
Facebook | Instagram | Tripadvisor
Todas las imágenes tienen copyright