Carrer del Comte de Salvatierra, 39
Valencia
Tel. 699 685 254
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La nobleza se demuestra con hechos
“Y pese a todo… me atrevería a decir que el proyecto tiene futuro, en culpa por el emplazamiento y el espacio, que te guste o no, es espectacular. También por una propuesta gastronómica que bien ejecutada…”
Así me despedía de Noble en mi anterior reseña, y creo poder afirmar que el tiempo va dándome la razón, y es que, al igual que prometí volver y he vuelto, también te adelanto que la mejora es considerable, al menos en lo que respecta a cocina, mucho más depurada y con el nivel que debes exigir en un sitio como este. Los arroces de José Cifre, tal y como comenté son muy buenos, bien es cierto que la idea de esta nueva visita era, en primer lugar, resarcirme de aquella amarga visita y en segundo lugar, poder pedir libremente, a la carta y a lo grande. Ah, y volver a probar aquel all i pebre que aquella vez, nunca debió salir a mesa.
Esta vez sí. Quizás no tenga esa untuosidad o ese toque algo picoso que tanto me gusta, tampoco esa presentación tan tradicional en barro o perol de hierro, pero aprueba con nota y eso es importante. Noble vende su propuesta como una vuelta al recetario tradicional, a esos clásicos que nunca deberían pasar de moda y que son los sabores que luego siempre perduran. De ahí sorprende que en esa misma carta aparezcan platos como la pasta carbonara, una hamburguesa (bastante buena) o incluso un carpaccio con trufa que no dice absolutamente nada. Entiendo que de no ser así el filtrado de público, sobre todo de una determinada edad, sería mayor.
Hay buenas ideas, pero quizás perder esa línea de tradición en algunos platos les quite fuerza a los verdaderos protagonistas. La croqueta está buena, pero no se entiende ese exceso de toppings, menos aún cuando la lámina de panceta no sale tan fundida y translúcida como debiera. Y algo parecido le pasa a unas excelentes alcachofas con la crema de foie. Tanto aquí, como en el bloque de “foie” como tal, ojalá algo más de calidad. Me gusta la idea de terminar el steak tartar a vista (y a gusto del comensal) al más puro estilo El Gastronómo, pero sí es cierto que esa carne pide algo más de fuerza, o lo que es lo mismo, algo más de cadera y maduración, y menos solomillo y ternura. Siguiendo con las carnes, destacar el excelente solomillo, pero no tanto el entrecot trinchado. Estando bueno, el punto “poco hecho” de las carnes no significa que no deba estar bien sellado por el exterior.
Todos los platos mejoran con un buen vino y en este aspecto cabe destacar la bodega de Noble, ya no por sus referencias sino por los precios, y es que sorprende a día de hoy y dada su ubicación encontrarte con unos precios tan ajustados. ¡Ojo! No estoy diciendo que sean baratos, pero tampoco hablo de esas salidas de tiesto de otros muchos restaurantes y su famoso “multiplícalo x3”. La velada podría ser aún mejor si el servicio fuera más profesional y es que siendo correcto y agradable no se entienden ciertos detalles que parecen de Nivel 1 de hostelería ¿Cómo es posible que estén dándote a probar el vino y con la otra mano estén con la PDA? O peor aún, ¿por qué te pones a hablar con un compañero vía satélite mientras me atiendes?
Como te dije una cosa, te digo la otra y siendo sinceros, Noble ha mejorado. Siguen habiendo cosas del local que a mí personalmente no me gustan como el exceso de cortinas, el atril de la entrada… pero eso es algo que ya va a gustos. Respecto a lo demás, he comido bien, pero creo que tanto Angel como José son capaces de hacerlo aún mejor. Aún así, de nada serviría esa mejora en cocina si una vez llegado el plato a la mesa, la atención del servicio no fuera como debiera.
Lo mejor: Mejora importante en cocina con ganas de más
Lo mejorable: Ciertos platos dejan de lado la tradición
Lo peor: Servicio muy agradable, pero poco profesional
Restaurante Noble
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