Plaza de Manises, 7
Valencia
Tel. 960 661 307
www.restauranteperfumeria.com
«Viva er Málaga manque pierda»
La Perfumería continúa con sus jornadas “cuatro manos” junto a un chef invitado con estrella Michelin, en este caso con un referente de la cocina malagueña.
Como ya viene siendo habitual, el menú empieza con un coctel de bienvenida en el elegantísimo Lladró Lounge Bar, un rincón a tener muy en cuenta no sólo para cuando acabes cenando en La Perfumería sino para tomar una copa (de calidad) a mitad tarde.
Me gustan estos eventos porque son una forma de conocer a otros chefs del territorio nacional que igual a priori no están en tu lista de favs, pero sirven para hacerte una idea de su cocina, sus platos o su forma de trabajar el producto. En esta ocasión me quedé algo despagado pues pienso haber disfrutado más tanto de lo ofrecido por el “dj residente” que por el “artista invitado”.
Comenzamos con cuatro aperitivos poco sorprendentes, más allá del polvorón de pipas de girasol y su envoltorio. Muy potente de sabor, eso sí, el buñuelo de queso payoyo. Nada que ver con el parfait de ave o el crujiente de titaina con atún rojo. Muy buena titaina que restaba demasiado protagonismo al atún rojo que coronaba el airbag.
Tras unos aperitivos demasiado planos llegaron tres platos que fueron lo mejor del menú entre ellos unas excelentes quisquillas curadas con base de jugo de pimientos, un notable steak tartar ahumado al sarmiento marca de La Perfumeria y que tiene saborazo a maduración wena wena y una correcta vieira con crema de apionabo con setas y yema de huevo. In general, un buen menage a trois.
Como principales y para terminar, una fideuá de anguila y un medallón de rubia gallega. Sí, muy bien pero era lo último que me esperaría de un cocinero malagueño. Estando allí en su restaurante, pues sí, te lo compro como plato final pero no sin antes haberme comido unos espetos, una buena fritura o incluso una porra antequerana y es que todos estos platos tienen la misma cabida en el restaurante más castizo como en el más gastronómico; ya se encargará el chef de darle una vuelta de tuerca y convertirlo en vanguardia.
Y es que es eso lo que me faltó ver aquí, más Málaga, más Andalucía, más platos y motivos por los que estar deseando visitar el restaurante de José Carlos García. Cabe destacar la presentación y elegancia de la crème brûlée con regaliz y miel.
La sala sigue estando a la altura de lo que esperas en un sitio como La Perfumería, insisto que me cabe disfrutar de este restaurante “a pelo”, sin cocineros invitados, eventos… y ver como se desenvuelven ante un público con un menú no cerrado, diferentes horarios y diferentes “tocapelotas”. De momento, todo lo que veo allí me gusta y el trabajo de Pascual me sigue pareciendo muy bueno.
Por cierto, ¿soy yo o he visto poca info/publicidad sobre este evento? Lo pregunta alguien que vive por y para todas estas movidas.
Lo mejor: La posibilidad de conocer otros estrellados
Lo mejorable: Poca publicidad del evento en sí
Lo peor: He visto Málaga desde muy lejos
La Perfumería Restaurant
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