Punk-o Punk-o (Valencia)

Calle de Sueca, 30
Valencia
Tel. 661 345 513
www.punkopunko.es

Con poco, mucho mejor

En Honduras (la plaza, no el país) hay un sitio que yo frecuentaba mucho en mi época de viejoven y molaba bastante. Ofrecía algo diferenciador entre tantos cubos de quintos y kebabs. Se llama El Garatge, y allí, tanto Nanay como Vicente en cocina y Javi en terraza te hacían pasar un muy buen rato.

Ahora todo ha cambiado y parte del equipo se mudó a Ruzafa, entre ellos, Nanay quien junto a Pau decidió aventurarse con su propio local muy al estilo pungko filipino, con una espectacular terraza y con una oferta gastronómica informal a un precio bastante económico.

Leyendo la carta todo pinta muy atractivo aunque es cierto que una vez lo recibes en mesa echas en falta algo más de sabor en algunos platos y sobre todo mejores acabados, al menos en los bocados individuales. Buenos rollitos, buenas croquetas y unas samosas de lentejas que se convierten en el bocado más interesante y sorprendente por ser 100% vegetariano. Eso sí, lo de la manía esa de seguir poniendo tres hojitas pochas de lechuga como base de las croquetas, sigo sin verlo. Llegan los baos y con ellos el plato más flojo, y es que estoy tan aborrecido de verlos ya hasta en las cartas de las marisquerías que si encima llegan con ese relleno tan paupérrimo pues como que esos 5,50€ me van a parecer siempre caros. ¡Es que hasta en Instagram resultan más atractivos!

A estas alturas te habrás dado cuenta de que Punk-o Punk-o no es un sitio donde la bodega vaya a cambiarte la vida, de hecho poco vino verás por las mesas, pero de ahí a vender las pocas opciones que tienen como “¿rioja, ribera o valenciano?” y traerlo ya servido desde cocina en copa y más frío que la taza del baño, pues hay un paso intermedio. Tampoco mola que te enteres de los fuera de carta una vez has pedido y por culpa de la mesa de al lado, y no porque te lo hayan ofrecido a ti. Pero bueno, ya que lo he oído, llamo a la camarera y se lo pido. Y resulta que ya no queda.

Las brochetas están buenas, sobre todo la de ternera y las patatas son caseras, algo a destacar a día de hoy, pero es que esa presentación… falta un poco de mimo, un poco de “quizás no te voy a dar la mejor brocheta de tu vida, pero te la emplato con tanta delicadeza y te explico cada una ellas en cuanto la dejo en la mesa que vas a estar deseando volver”. En fin, se comen bien y se comen rápido, igual que las alitas o el kinilaw. Pasamos al curry con gambón, un plato que pica como el diablo, así que cuidadito o la noche será divertida; el pancit, al que esta última vez le faltaban tirabeques o por temporalidad algún toque crunchy y el humba, el plato más rico de todos. Pídelo con arroz, mézclalo con la salsita de las costillas y ya me cuentas qué tal.

Y con esto y un bizcocho, un halo-halo típico filipino, o lo que es lo mismo, una auténtica carroza de carnaval llena de cosas prácticamente indescriptible. No se si me gusta, no me gusta, me perturba o simplemente me parece un sindios de cosas al azar dentro de un bowl con cereales. A mí no me dijo nada pero entiendo que hay que pedirlo y ya cada cual que decida el adjetivo que mejor queda con semejante postre.

Punk-o Punk-o

¿Qué hacemos con Punk-o Punk-o? Pues yo creo que es un sitio que por ubicación, precio y algún que otro platillo cubre las expectativas, pero sí que es cierto que como cliente que busca algo más debo ser exigente con algún que otro plato, ciertos emplatados o por lo menos un servicio algo más profesional en algunos aspectos. Coincidió que no vi a Nanay e igual por eso faltó ese último check antes de salir de cocina.

Lo mejor: Picaeta diferente a buen precio
Lo mejorable: Apostar por sabores más potentes
Lo peor: Los baos, y ciertos emplatados

Punk-o Punk-o
Facebook | Instagram | Tripadvisor

Todas las imágenes tienen copyright

No te pierdas nuestra última entrada

Deja una respuesta