Simposio & Flama (San Antonio de Benageber)

Calle de las Moreras, 2
San Antonio de Benageber, Valencia
Tel. 655 381 199
www.rogerjulia.es

Vivir juntos, morir solos

Hay cuatro manos que pese a mi hartazgo por este tipo de eventos considero que debes acudir siempre, aunque conozcas a sus cocineros, pese a tener sus cocinas más que trilladas o incluso a sabiendas que no te esperan sorpresas.

Mi hastío por la mayoría de cuatro manos no viene dado únicamente porque ya sabes de antemano lo que vas a comer, los cuatro o cinco mejores pases de cada casa y listo, sino porque aún no entiendo el motivo por el que siempre se tiene que empezar tarde. Vale que no puedas reservar a la hora que cada uno quiera, que ese horario viene impuesto por el restaurante como en otros muchos locales donde todos empezamos a una hora, primero iba a ser a las 13:30, luego a las 14:00, luego… Vale, no pasa nada, pero ¿por qué entonces no se empieza a esa hora? Yo si no puedo ir a ciertos eventos, pues me jodo y otra vez será, pero hostias, que no estamos en la Centre Court de Wimbledon un día de lluvia.

En fin, a este cuatro manos había que venir y se podían perdonar ciertos fallos (aunque no todos) porque a ambos dos cocineros los considero amigos, les tengo aprecio y porque admiro tanto a Edu Espejo como a Roger Julián en lo personal como sobre todo en lo profesional. Edu, el cocinero de Flama no necesita presentación, su éxito es incuestionable y todos sabéis que es uno de mis sitios fetiche de Valencia y quizás el que más visito y recomiendo a día de hoy. Roger y su escondido e íntimo Simposio empieza a tener cada día un poco más del reconocimiento que se merece. ¡Ya era hora!

Con la deconstrucción de un pollo asado (Simposio) empieza un menú con demasiados altibajos de principio a fin, tanto en cocina como en ciertos detalles de sala. La gilda, al igual que en mi última visita a Flama parece que haya bajado un peldaño, como que falta esa fuerza que le da la caballa al mordisco final, últimamente sustituida por una sirviola tan sutil que dice poco o nada. Es como cuando te quitan a Lewandowski para meter a Ferran Torres, la función es la misma, el resultado no. NOTA: Apenas dos semanas después volví a Flama por enésima octava vez y ¡joder! ¡Bendito pincho! Y volví, y excelente. Y regresé otra vez, y sublime. Así sí.

Continuamos con unos rebozuelos con escabeche (Simposio) más bonitos que sabrosos, y es que ese caldito servido en mesa, si hubiera tenido algo más de fuerza habría sido el compañero perfecto de unas setas todavía “verdes”. A las vieiras con judías y jamón (Flama) pocos peros se le pueden poner, un plato sencillo, con el punto exacto de ahumado y con la cocción perfecta de cada ingrediente.

Como antesala a los platos más contundentes, una maravillosa raya a la meunière con piparras (Simposio) y un carabinosaurio (Flama) cada vez más grande y cada vez mejor. Un dinosaurio onubense al que sólo Edu sabe clavar el punto una y tantas veces. Que pena ver tanta gente dejando la cabeza enterita y las servilletas impolutas… Para terminar, una liada parda de Roger la cual a día de hoy no ha podido quitarse de la cabeza. Lo más curioso es que días antes fui a probar ese mismo “all i pebre”, y a falta de dos detalles de fácil solución era de notable alto, tanto en la parte visual como en boca. No se que diantres le pasó, pero totally fail. Bueno, espera, sí que lo sé, y es que aunque no fuera problema suyo, a nadie le gusta ver movidas de organización en su casa, pero para que os hagáis una idea, es como cuando juntas a los cuñaos de una boda en una misma mesa… fatality. Sea como fuere, ese problemilla creó un cortocircuito que afectó y se notó. Por contra, Edu apostó por un pichón de sobra conocido, pero que no salió excelso por jugar fuera de casa.

El apartado dulce fue notable por ambas partes, por lo atrevido de Roger, como por lo completo de Edu. Por cierto, y lo siento por fijarme en todo cuando estoy en un restaurante… tema quesos. Sí, la serie de quesos que Pepe, justo antes de los postres, decidió poner en la ventanuca de la cocina a vistas del salón. ¿Son para hoy? ¿Van a salir? ¿Tengo que levantarme a pedirlos o son sólo para airearlos? Nunca más se supo.

Soy exigente, faltaría que no lo fuera, y quien me conoce sabe que lo soy aún más con la gente a la que aprecio. Por eso de no querer que bajen su nivel en ningún momento. Conociendo también la exigencia de ambos cocineros estoy seguro que aquella floja experiencia, no sólo les sirve para estar siempre alerta sino para ser aún mejores.

Simposio 2024
Simposio 2023
Flama 2024
Flama 2023

Lo mejor: De los fallos siempre se sacan cosas positivas
Lo mejorable: Anka necesitaba refuerzos en sala como el comer
Lo peor: Varios platos no estuvieron a la altura

Simposio Roger Julián
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