Calle de los Madrazo, 6
Madrid
Tel. 914 938 706
www.umiko.es
¿Es la comida lo más importante de un restaurante?
Creo que Umiko es uno de los ejemplos más claros de esos restaurantes que se definen como comida fusión. Y es que, aunque el termino parece muy de moda hoy en día, viene de bastante tiempo atrás, y es aquí donde mejor se hace honor a ese concepto.
Nigiri de paella, toro cordobés, boloñesa de atún, porra rellena de cochinillo y gambas… una propuesta que pinta a fantasía y que absolutamente lo es. Y es que, de la carta de Umiko te apetecerá todo, y lo mejor, es que todo está increíble. Porque una cosa está clara, lo mejor de Umiko es sin duda la comida. Y si puede ser en la barra, mejor. Diferentes cortes del atún, marisco fresco, wagyu… un sinfín de posibilidades a cual mejor.
Mi primera visita fue tal que así, voy sólo, me siento en la barra frente a uno de los itamae. ¿Qué que quiero? Lo mismo que en Cañabota. Dejarme llevar, probar lo mejor y desear volver. Esto que yo hice creo que es la mejor opción, a sabiendas que no siempre te lo puedas permitir o si sois varios no sea lo más recomendable.
Esta vez tocó mesa, y en un reservado. Ya se pierde cierta magia del lugar, pero ahora viene lo peor… ¡4 horas de reloj para cenar! Sí, más que en muchos triestrellados o restaurantes cuya longitud del menú es apabullante. Dos veces tuve que pedirles al servicio algo más de rapidez entre plato y plato pues con 6 digestiones durante una cena pensé que era suficiente.
Y lo peor no se si fue si el sentirnos tan abandonados en ese reservado, si los tempos o la poca relación entre el servicio y nosotros. La idea era clara, un presupuesto importante por persona (bebidas aparte) y dejarnos llevar, con algún que otro MUST, pero probar cuantas más cosas mejor y ya ir viendo.
Del maître sólo supimos al principio, en cuanto le explicamos la idea. Con el resto del servicio tampoco hubo ningún tipo de comunicación, más allá de alguna breve explicación del plato. Los nigiris son un puto espectáculo y obviamente deben venir individualizados, pero esas dos platerás de curry con arroz. Cuando nos quisimos dar cuenta, ya estábamos en los postres. Dos mochis, ¡dos mochis iguales! ¿Seriously? Nada de phosmikos, nada de pantera rosa, nada de nada. Que ya se ha acabado vamos. ¿Capachaooo? Muy fácil. Cero interés, cero comunicación.
Quiero pensar que fue cosa de una noche, porque yo aquí he disfrutado mucho, me parece un local super original y que dentro de lo informal que resulta el sitio, estamos en la champions league de japos de Madrid. Pero es que, aunque se coma tan bien, pienso que el servicio aquí debería ser mejor o al menos estar mucho más pendiente del cliente, y más, del cliente que quiere dejarse llevar y disfrutar.
Lo mejor: La comida. Es brutal
Lo mejorable: Los tempos
Lo peor: El servicio
Umiko
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