Xaruga (Valencia)

Calle de la Reina, 217
Valencia
Tel. 623 249 836
www.xaruga.com

Querido Santa… gracias

Abrir un día antes de la DANA creo que no fue sinónimo de mala suerte sino de todo lo contrario, una señal de que eres tan jodidamente buena que te va a dar absolutamente igual todas las trabas que puedan ponerte por el camino. El tuyo que acaba de empezar, ahora en solitario pinta muy bien.

Xaruga está en el barrio del Cabanyal, pero no en la zona “bien” en la que muchos locales viven de lo que fueron en el pasado, sino en el lado contrario, el lado difícil, en el que parece que no haya nada, concretamente en lo que fue La Bodeguita de Nerea, un bar que nunca me dijo mucho más allá de su cervecita Alhambra, a mediodía tras un ratejo en la playa. Desde fuera, más o menos lo mismo, unas enormes cristaleras que piden algo más de intimidad en la zona del salón y algo de calidez una vez sentados, con esa iluminación tan fría y tan de plafón que sale del falso techo.

Por dentro, ¡ay por dentro! Poquitas mesas, una sala cercana y profesional por parte de Alex; y una cocina abierta en la que Amparo y su compi Alessandro te van a traer el mejor regalo de estas navidades. Amparo viene de Entrevins, un local que necesita actualizarse si quiere volver a alzar el vuelo, y lo hace con una cocina a priori sencilla, de temporada y lo más importante, algo creativa en algunos aspectos, y sabrosa. De los snacks individuales, cabe destacar la croqueta, que tanto por textura, rebozado y sabor me parece perfecta. ¡Y encima de gamba! Por contra, el crujiente de arroz en plan barrita energética para deportistas me pareció bastante basta y sin más, una tosta que desluce totalmente a la sepia que le acompaña.

Pero es en los platos algo más contundentes donde empiezas a ver que esto pinta bien, algo de “me gusta lo que haces y como lo haces”. Ejemplo de ello, ese Wellington de caballa y anguila donde gana la anguila, pero que en conjunto se convierte en un platazo tan elegante como bien ejecutado. Y algo similar pasa con el gallo, en este caso con una beurre blanc de mandarina y trompetillas de la muerte tan interesante que acepta cualquier otra opción de la pescadería. Un correcto steak tartar que sin llegar a cambiarte la vida mantiene el equilibrio perfecto entre el sabor de la carne, el aliño y ese toque ahumado para nada invasivo. Ah, ojito al brioche que lo acompaña.

Como plato más flojo, un taco de vaca rubia gallega algo tirante y al que se agradecería un poco más de fuerza o mejor sellado. Por suerte, y gracias a todo lo que rodea el plato, inclusive la parmentier, mantiene el nivel de lo visto anteriormente. ¡Es que hasta los postres joder! ¿Qué maravilla de cannolo deconstruido es ese? ¿Y la fantasía de manzana y aceituna negra? Pasen y vean, Alex les recibirá y atenderá con la misma sonrisa con la que tú saldrás del restaurante.

Xaruga (con permiso de mi querido Fets) es al Cabanyal lo que Giramon a Ayora, Memoria Gustativa al Eixample, Kasta a Benicalap, e incluso te diría que un poco de Barbaric al barrio de Patraix. Un soplo de aire fresco, tan necesario como jodidamente interesante que sólo por atrevimiento, honestidad en su propuesta y juventud merece triunfar desde el primer momento. Por todo ello, y habiendo visitado el restaurante una única vez creo que la puntuación es más que justa. Yo personalmente les seguiré muy de cerca y espero que Amparo sea capaz de sorprenderme una y otra vez, con sugerencias fuera de carta o con cuchareo que me haga llorar. Y para más inri, los lunes abierto todo el día.

Amparo Nacher is in da haus, y ha venido para quedarse.

Lo mejor: El mejor regalo de Navidad ha llegado al Cabanyal
Lo mejorable: Fueras de carta, tanto en lo sólido como en lo líquido
Lo peor: El espacio no es tan cálido como debería

Xaruga Restaurant
 Instagram
 

Todas las imágenes tienen copyright

No te pierdas nuestra última entrada

Deja una respuesta