Cala Alcaufar, Apdo. Correos, Box: 250
Sant Lluís, Menorca
Tel. 971 151 820
www.xuroymenorca.com
A la sombra de los pinos
Sorprende que el restaurante del que fue el primer hotel de la zona siga manteniendo el nivel temporada tras temporada pese a su ubicación y pese a no tener ningún tipo de competencia a su alrededor. Me gusta.
Y es que cualquier otro restaurante en ese mismo lugar y sin alguien que pueda hacerle sombra ya se habría maleado ofreciendo una calidad inferior a precios desorbitados. Aquí la idea está clara, apalancarte en la Cala Alcaufar panza arriba hasta la hora de comer o aparcar por los alrededores, disfrutar de una pequeña ruta por el Camí de Cavalls hasta la Playa de Punta Prima y a la vuelta, refrescarte y a comer. Elijas lo que elijas, no te olvides de reservar una de las mesas próximas a la barandilla.
En Xuroy hay opciones para todos los gustos aunque yo no me saldría de lo más básico y auténtico. Pescado fresco, marisco del día y a correr. Y cuanto más simple mejor. También hay pasta, arroces e incluso fingers de pollo, pero todo eso cuanto más lejos, mejor.
Siendo cien por cien del equipo “Andalusian Style” para cualquier tipo de rebozado, he de reconocer que los calamares a la romana de Xuroy son a la isla lo que la caldereta a Sa Llagosta. Son ligeros, crujientes y se han convertido en un icono. Al igual que los mejillones a la plancha y las gambitas, un ejemplo más de que cuanto más simple, mejor.
Para terminar, un gallo de San Pedro abierto por la mitad en un perfecto punto de plancha. Como punto negativo, esa presentación que no hacía justicia a su sabor y que las piezas enteras del pescado del día no sean presentadas en crudo y con su respectivo peso antes de darles candela. No nos olvidemos del plato de patatas fritas, de las buenas, de las de verdad.
Xuroy es un chiringuito de los de toda la vida, de los que mantiene su esencia y calidad por mucho que pasen los años. Tiene algo de Trébol pero Xuroy es más auténtico, no hay tanto guiri y por tanto no se ven atentados gastronómicos como cubrir un cabracho de ketchup o unas sardinas con mahonesa. Donde si que habría que darles un tirón de orejas es en la permisividad a la hora de dejar pasearse a un tío en gayumbos (sí, calzones) por mitad del restaurante o de ver a gente comiendo sin camiseta en la mesa de al lado. No todo vale.
Lo mejor: Mantener la esencia año tras año
Lo mejorable: Presentar las piezas en crudo
Lo peor: Comer en calzones o sin camiseta sigo sin verlo
Restaurante Xuroy
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