Mercado de Colon
Valencia
www.bar-x.es
Bar en clase business
Que la última creación del gran Ricard Camarena se llame BAR X… ¿hace qué estemos ante uno de los mejores naming del año por parte de su equipo creativo? Quienes no entiendan el porqué de esta pregunta, les recomiendo que indaguen en las raíces del cocinero.
BAR X está en los bajos del Mercado de Colón (donde el antiguo Cocaloka), y eso conlleva los contras de siempre. Cierta impersonalidad, ese aire desangelado a ciertas horas, y el consiguiente paseillo a esos baños públicos, cada vez más descuidados por cierto.
El concepto es claro, una modernización del concepto bar, abierto todos los días en horario ininterrumpido de 12:00 a 00:00 y sin posibilidad de reservas. En Valencia abundan los restaurantes y las cafeterías, pero si lo piensas, estamos muy faltos de bares como tal, y más en la zona centro, así que la aparición de estos conceptos, me flipan y los necesito.
Mi primera visita a BAR X creo que fue demasiado prematura y es que aquello fue un auténtico caos, de principio a fin. Manteletas de Central Bar, camisetas de Habitual, un A5 arrugado con el QR en tamaño A3… un servicio desbordado, unas comandas equivocadas y unos tiempos de espera que hicieron que la calidad de la cocina se quedara totalmente empañada por todo ese continente que rodeaba al contenido.
Todo esto ha mejorado de manera significativa, sigue sin ser perfecto o como debería esperarse en un sitio que lleva el sello de Ricard Camarena pero al menos ahora, sí que “llegas sin pensar en irte”. El exterior no me gusta nada, y de hecho, si no hay sitio disponible dentro, prefiero esperar. Una vez dentro, me gusta la enorme barra inox, como las de los bares de toda la vida, los taburetes, la vitrina de productos al fondo… pero me sigue faltando esa esencia de bar en cuanto me siento en una mesa. No sé si es la decoración, la luz, las paredes tan desnudas… o simplemente es cuestión de tiempo, eso tan necesario para que un bar luzca como tal.
Disfruto mucho con la carta, donde encontramos esas tapas clásicas con un girito tan necesario en un sitio así. Imprescindibles son esas alcachofas (como las últimas que comí en Fets) con guanciale, yema de huevo y parmesano; esa gambeta roja al ajillo o la archiconocida ensaladilla rusa RC. Me gustan mucho también las croquetas y cómo no, esos mariscos fuera de carta, pese a que la oferta ha sido casi inexistente en todas mis visitas.
No he disfrutado tanto con los bocadillos, y no por los rellenos, sino por ese pan hojaldrado. Incomodos de comer y totalmente diferentes a lo que podría esperarme cuando pienso en un pepito de ternera o en pepito de secreto con “mullaor”. Tan castizo por un lado, tan vanguardista por otro.
Todo bar necesita su parroquia. Y es el tiempo quien la crea. Por eso estoy seguro que conforme pasen los meses, y toda la sala esté a altura de esas cocina, y esa barra se llene de productazos de temporada, pescadito fresco… BAR X será un BAR de visita casi semanal.
Lo mejor: El horario ininterrumpido y la Playlist
Lo mejorable: Necesito más concepto BAR
Lo peor: La “terraza” exterior
BAR X
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